Ubicado en el corazón de Savoie Mont Blanc, esta perla de agua dulce seduce por su encanto discreto y su naturaleza intacta. El lago de Aiguebelette, aunque es el más pequeño de los cuatro grandes lagos de la región, resulta ser el más secreto, el más preservado.
Imagine un espejo de agua tranquila con reflejos cambiantes, pintorescos cobertizos para barcos y pequeñas casas sobre pilotes, dos islas misteriosas flotando en una capa triangular de tonos esmeralda… Aquí, todo inspira la calma, la contemplación, el rejuvenecimiento. El significado mismo de su nombre – Aiguebelette, “Belles petites eaux” – refleja este ambiente de hadas.
En sus costas salvajes, una rica vida acuática prospera: fauna y flora florecen en un ecosistema protegido. Muy apreciado por los pescadores, el lago goza de zonas naturales notables que garantizan una biodiversidad excepcional y una calidad del agua irreprochable.
Para preservar esta pureza, se han adoptado medidas estrictas. La navegación está regulada, y los barcos con motor térmico están prohibidos, lo que garantiza un ambiente tranquilo y silencioso
Alrededor, los pequeños pueblos y aldeas en las colinas han conservado su autenticidad. Lejos del turismo de masas, estos lugares revelan un patrimonio rural cuidadosamente restaurado, a menudo realzado por flores y paisajes bucólicos.
Source : Pays du Lac d’Aiguebelette
www.pays-lac-aiguebelette.com
El hotel y los albergues están abiertos mediados de febrero hasta mediados de noviembre.
Restaurante de invierno de los Lodges: mediados de febrero a mediados de junio y septiembre a mediados de noviembre
Restaurante de verano La Guinguette: mediados de junio a agosto (según el tiempo)
El hotel y los albergues están abiertos desde mediados de febrero hasta mediados de noviembre.
Restaurante de invierno de los Lodges: mediados de febrero a mediados de junio y septiembre a mediados de noviembre
Restaurante de verano La Guinguette: mediados de junio a agosto (según el tiempo)